Invierno y cerveza. Mitología urbana

Publicado: 4 Jun, 2024
Autor: Alejandro Antonio

¡Hola espumeros! Bienvenidos una vez más a otra entrega de nuestra sabrosa sección. En el artículo de hoy voy a hacer que veas el invierno como la posibilidad de empapar el paladar con sabores que jamás pensaste que podían existir en una cerveza.

Como todos sabemos, cuando empiezan a avecinarse los días fríos y vemos las calles llenarse de hojas secas anunciando la entrada en ese letargo invernal, comenzamos a notar de a poco que se van extinguiendo esas ganas de tomar una cervecita fresca y vamos mirando con mas cariño esa foto del guiso humeante bien cargado de sabores intensos y bien condimentados. Se podría decir que naturalmente nuestro cuerpo se «presetea» para pedirnos comidas y bebidas con mayor vigorosidad.

Ahí es donde vamos a interiorizar hoy. Las birritas de invierno.

¿Qué son las llamadas cervezas de invierno?

Las llamadas cervezas de invierno son aquellas que, generalmente, poseen colores que van desde el rojizo hasta el negro, pasando por gamas de rubíes y marrones; mayor graduación alcohólica, más cuerpo, sensación en boca más robusta y sabores más complejos que las, denominadas comúnmente, rubias suaves o clásicas. Y lo más importante, ¡No se toman frías! Tienen una temperatura de servicio que va desde los 7° hasta los 14°C. Por debajo de estas temperaturas no las vas a poder disfrutar en su esplendor.

En el mundo de la cerveza se dice que hay varias escuelas cerveceras y cada una tiene sus estilos característicos con sabores propios. A continuación les voy a dejar información de algunos estilos para que tengan en mente en el momento de elegir una de estas bellezas para acompañar un día típico de invierno en una sobremesa maridando con un postre, disfrutando un paisaje o en un bar con amigos.

Para poder segmentar de manera más simple la información que viene a continuación la vamos a separar, como mencioné anteriormente, por escuelas cerveceras. Escuela alemana, escuela británica, escuela belga y escuela americana.

Escuela Alemana:

Bock: El término «Bock» indica que se trata de una cerveza más potente, con más cuerpo y mayor contenido de malta. Es un estilo tradicionalmente asociado al comienzo del invierno, con un color que va del marrón al marrón muy oscuro, y aromas de maltas oscuras y castañas. La percepción del lúpulo es relativamente baja y el amargor medio. Además, la graduación alcohólica de este estilo ronda entre 5% y 6%.

Doppelbock: Muy rica y maltosa. Cerveza «extra-fuerte», con un pronunciado contenido en malta que les confiere un sabor dulce y aromas de malta, caramelo, toffee y frutos secos. El alcohol puede ser perceptible en boca y el amargor es discreto.

Eisbock: Cuenta la leyenda que el estilo se originó cuando un tabernero descuidado olvidó un barril de Doppelbock en la nieve. Lo cierto es que esta cerveza se elabora congelando una Doppelbock. Después se retira el hielo, lo que da como resultado una bebida aún más alcohólica.

Weizenbock: Es la versión invernal de las cervezas de trigo. Tiene notas de plátano caramelizado, clavo, frutos negros y una agradable sensación de calor en la boca debido al alcohol.

Escuela británica:

Old Ale: En Aromas debe presentar una maltosidad dulce con ésteres frutales, a menudo con una compleja mezcla de frutos secos, vinosa, acaramelada, a melaza, nuez, toffee, ligero jarabe de melaza y/u otros aromas de maltas especiales. En sabores debe presentar carácter a malta medio a alto con una deliciosa complejidad, a menudo con sabores a nuez, caramelo y/o como a melaza. Sabores ligeros a chocolate o malta tostada son opcionales, pero nunca deben ser prominentes.

Stout: Aquí, el énfasis se pone en la malta tostada, que aporta aromas de café, chocolate y toffee. Puede tener variaciones, como Dry Stout (más seca y ligera), Oatmeal Stout (con avena), Sweet Stout (con lactosa añadida). Las estrellas de este estilo son las Imperial Stouts, intensas y refinadas.

Barley wine: Es una cerveza extremadamente maltosa que puede madurar en barricas, lo que le confiere una textura casi licorosa con notas amaderadas. Fuertes e intensos sabores a malta, complejos y de varios niveles, que van desde pan, toffee y bizcocho en las versiones más pálidas a nuez, tostado profundo, caramelo oscuro y/o melaza en las versiones más oscuras. Moderado a alto dulzor maltoso en el paladar, aunque el final puede ser moderadamente dulce a moderadamente seco (dependiendo del envejecimiento).

Scottish: Son cervezas con importantes notas de malta en el aroma y el sabor. Con una graduación alcohólica de moderada a alta, pueden contener discretas notas ahumadas. Dentro de este estilo podemos encontrar variaciones con diferentes intensidad en sabor tanto como en complejidad en boca y tambien niveles de alcohol. Las podes encontrar como Scottish ale, Scottish export o Scottish heavy, por ejemplo.

Escuela belga:

Dubbel: Uno de los estilos producidos por los monjes trapenses. Tiene notas de frutos secos, como pasas sultanas y ciruelas, castañas y caramelo.

Tripel: Un matrimonio de sabores especiados, frutales y alcohol con el soporte de una suave y redondeada impresión maltosa a grano-dulce, ocasionalmente con una nota de miel muy ligera. Bajos a moderados fenoles a pimienta

Belgian Dark Strong Ale: Son potentes, con una graduación alcohólica que oscila entre 8% y 11%, dulces, con notas de higos, caramelo y frutos secos. También pueden llamarse Quadruppel, otra variante trapense.

Flanders Red Ale: Este estilo complejo tiene notas similares a las del vino. Suele madurar en barricas y, gracias a la fermentación con Brettanomyces es incluso un poco acético.

Escuela americana:

Pumpking Ale: Este estilo se elabora con calabaza, una fruta habitual en el otoño americano que ayuda a reducir la proporción de malta en la cerveza. Las Pumpkin Ale actuales son de carácter dulce y recuerdan a una tarta dulce de calabaza. Sin embargo, ahora la calabaza no es utilizada en estas cervezas como sustituto de la malta sino que acompaña a los ingredientes habituales de la cerveza, junto a un puñado de especias como canela, nuez moscada, jengibre o vainilla, por lo que resultan aromáticas, dulces y complejas.

American Barley Wine: El aroma y el amargor del lúpulo añaden aún más personalidad a este estilo. Fuerte y rico sabor a malta, con notable sabor a lúpulo y amargor en el balance, que también tiene notas amaderadas, de caramelo y toffee. Moderadamente-baja a moderadamente-alta maltosidad dulce en el paladar, aunque el final puede ser de algo dulce a bastante seco (dependiendo del añejado).

¡Bueno! Hasta acá llegamos por hoy. Ya no hay excusas para esquivar la cerveza en invierno, o mejor dicho, ¡ya conseguimos una muy buena excusa para tomar buenas birras en invierno!

Una vez más, gracias por llegar hasta acá, leer y formar parte de este hermoso mundo que nos regala la birra. ¡Nos vemos la próxima!