Bienvenidos al mundo cervecero de Pura Espuma

Publicado: 15 Abr, 2024
Autor: Alejandro Antonio

¡Hola! Mi nombre es Alejandro, soy productor y amante de la cerveza; y con este artículo les doy la bienvenida a esta nueva sección, donde vamos a navegar por el fabuloso universo de esta amada bebida cargada de historia. Nuestra hermosa, versátil, mística y milenaria CERVEZA.

¿Qué es y cómo surgió la cerveza?

La cerveza, básicamente, es un fermento. Es una bebida que surge como resultado de la fermentación del mosto donde se encuentran los azúcares que se extraen de de la infusión de granos de cebada malteada, junto con el agregado de lúpulos.

Sobre cuándo se descubrió la cerveza, podríamos afirmar que hay varias evidencias arqueológicas que remiten su consumo al año 7000 a.c. De hecho, la prueba más antigua es una tablilla en la que se observa una escena muy curiosa, en la que varias personas están tomando cerveza de un mismo cántaro. Los primeros rastros de una receta de cerveza datan de hace 4000 años, en el pueblo sumerio, la primera gran civilización de Oriente Medio, donde el arte de prepararla era bastante común, sobre todo entre las mujeres.

Se dice que la aparición del pan está indiscutiblemente ligada al origen de la cerveza, puesto que la fermentación de la harina con el agua es la base de ambos manjares. La diferencia radicaba básicamente en la proporción de agua. Si contaban con más harina que agua, se elaboraba pan. En cambio, si había más agua que harina, producían cerveza.

El gran potencial de la cerveza, sin duda se lo llevaron los egipcios (1270 a.c.). Perfeccionaron la receta, y como regalo de los dioses, atribuían su invención al Dios Osiris. Junto a las cebollas o el pan, formaba parte de la dieta básica de la mayoría de la población.  En época de los faraones adquirió una sólida dimensión industrial. Sus fábricas producían nada menos que ¡4 millones de litros por año! en tiempos de Ramsés II.

Los griegos (700 a.c.) heredaron la bebida nacional egipcia por antonomasia, así como sus métodos de producción y recetas. La llamaban “vino de cebada” y se podría decir que fueron poco aficionados en consumirla. Una cerveza especial de esta época a base de cebada, uvas y miel ha vuelto a resurgir en el SigloXX luego de investigaciones de arqueología molecular.

Los romanos (60 a.c.) tomaron el relevo a la civilización griega, es decir, la devoción por el vino. La cerveza, por aquel entonces, se consideraba un brebaje típico de los pueblos bárbaros con los que estaban constantemente sumidos en conflicto. Curiosamente, el enemigo fue quien introdujo los toneles de madera al Imperio Romano, en el que fermentar, guardar y transportar sus cervezas. De hecho, de su lengua tomó Roma el término ‘cerevisia’, del que deriva el castellano cerveza.

En la edad media (100 d.c.), como consecuencia del triunfo de los bárbaros, el consumo de cerveza se disparó por todo el norte de Europa. La auténtica producción cervecera se concentró en los monasterios. En el año 1000 d.c. se descubre el lúpulo, un ingrediente vital para otorgarle el sabor y el aroma que conocemos hoy en día. La abadesa Santa Hildegarga de Bingen fue la primera en agregarlo a la cerveza antes de fermentarse.

Los alemanes se tomaron su cerveza muy en serio, y en 1516, el estado de Baviera promulgó el Reinheitsgebot o Ley de Pureza. Esta ley establecía que los únicos ingredientes para la cerveza podían ser agua, cebada y lúpulo (la levadura seguía siendo un elemento desconocido).

En 1620, la producción de cerveza cruzó el continente americano, y rápidamente surgieron cervecerías en ciudades coloniales, ofreciendo estilos de cerveza similares a los de Inglaterra. Los cerveceros combinaban técnicas europeas con granos del Nuevo Mundo como la malta de cebada, el trigo y el maíz, y a veces sustituían el azúcar por melaza o calabaza.

¿Cuántos tipos de cerveza existen?

La cerveza se puede dividir en tres tipos según su fermentación: Lager, Ale y espontánea. Dentro de estos tipos hay entre 150 y 200 estilos diferentes y muchas variantes de cada estilo.

CERVEZAS LAGER: Aquí están las clásicas birras de toda la vida. La fermentación de estas cervezas se produce a baja temperatura y en la parte baja del tanque donde se produce. Es un estilo clásico del centro de Europa, y es la cerveza más consumida. «Lager» en alemán significa almacenar, una de las características de este tipo de cerveza, que pasan semanas de guarda antes de poder ser consumidas. Estos son algunos de los más conocidos: Pilsen, Pale Lager, Bock, Marzen, American Lager, etc.

CERVEZAS ALE: La expansión de la cerveza artesanal ha puesto de moda las cervezas ale, cuya fermentación se produce a temperaturas altas (15-18º) y en la parte alta del fermentador. Hay cientos de estilos distintos. Estos son algunos de los más conocidos: Pale Ale, IPA, Bitter, Porter, Stout, Trapenses, etc.

FERMETACION ESPONTANEA: Las cervezas de este tipo descansan en un gran barril de madera. Ahí se ‘inoculan’ con las levaduras presentes en el ambiente, que se encargan de fermentar el líquido. A este tipo de cervezas no se le añade ninguna levadura, sino que fermentan con las levaduras presentes en el ambiente, o en frutas, dependiendo el estilo que se desea producir. Estos son algunos de los más conocidos: Lambicas, Sour, Red Flanders.

Espero que se haya hecho entretenida esta primer intervención. ¡Nos vemos en la próxima columna de Pura Espuma!