La actriz británica Maggie Smith, ganadora de dos premios Oscar y reconocida por sus papeles en películas como La primavera de una solterona, Un amor en Florencia, Cambio de hábito, Muerte en el Nilo y la saga de Harry Potter, así como una larga trayectoria en la TV y los escenarios de su país, por lo que recibió el Emmy, el Olivier y el Tony, murió a los 89 años. La noticia fue confirmada por sus hijos, Chris Larkin y Toby Stephens, en un comunicado que reportaron los medios de su país.
Famosa por interpretar a la profesora Minerva McGonagall del colegio de magia Hogwarts en la serie de películas de Harry Potter, por su rol en Downton Abbey y por su carrera también en la comedia, BBC publicó la nota de prensa que emitió su familia sobre su fallecimiento. “Murió pacíficamente en el hospital esta madrugada. Era una persona muy reservada, y estuvo con amigos y familiares al final. Deja dos hijos y cinco nietos cariñosos que están devastados por la pérdida de su extraordinaria madre y abuela”, indicaron en el escrito.
“Nos gustaría aprovechar esta oportunidad para agradecer al maravilloso personal del Hospital Chelsea y Westminster por su atención y su generosa amabilidad durante sus últimos días. Les agradecemos todos sus amables mensajes y apoyo, y les pedimos que respeten nuestra privacidad en este momento”, señalaron.
Este año, en mayo, cuando se anunció la tercera película que retoma los personajes de la serie Downton Abbey, se supo que no contaría con la presencia de lady Violet, personaje que interpretó Smith durante seis temporadas (la ficción está disponible completa en Netflix y Disney+) y en los dos films anteriores (disponibles en Movistar Play y Netflix, respectivamente).
Nacida en 1934 en Ilford como Margaret Natalie Smith, hija de una secretaria y de un profesor de la Universidad de Oxford, la actriz vivió su infancia en esa ciudad y sus primeras actuaciones fueron en teatro, cuando era adolescente. “Nunca vas a lograr ser actriz con una cara como esa”, le dijo su madre en esas épocas, según contó su biógrafo, Michael Coveney.
Según The Telegraph, protagonizó más de 60 películas y series a lo largo de su carrera. “Fue una de las pocas que logró la Triple Corona de la Actuación, obteniendo los más altos galardones por sus roles en cine, televisión y teatro”, consignó ese diario.
Su debut profesional ocurrió hace siete décadas con Noche de reyes, de William Shakespeare. Se consagró con los años como una de las artistas más importantes del Reino Unido, condecorada por la reina Isabel II como Dama del Imperio Británico por sus servicios a la cultura. Smith cosechó grandes éxitos: ganó dos Oscar -por su actuación en La primavera de una solterona, como protagonista en 1970; y por California Suite, por su papel secundario en 1979-, además de estar nominada a otros cuatro, por Viajes con mi tía, adaptado de la novela de Graham Greene (1973); Otelo junto a Laurence Olivier (1966); por su papel de reparto en Gosford Park (germen de Downton Abbey, escrito por su creador, Julian Fellowes), y Un amor en Florencia. Tenía un Tony, cinco Baftas, tres Globos de Oro y cuatro Emmys. En 2014, la reina le concedió un título honorífico superior, incluyéndola en la Orden de los Compañeros de Honor.
“Tenía una larga carrera antes de que llegara Downton, y todo andaba perfecto, porque nadie sabía quién demonios era yo –explicó en 2017, echándole la culpa a la TV por arruinar su posibilidad vivir su vida en público–. Ese programa tenía que terminar alguna vez: era lo correcto. Fue un fenómeno extraño: nadie preveía que duraría lo que duró, y fue agotador”.
Smith, célebre por su timidez ante la prensa, su carácter firme y seco (que compartía con sus personajes más célebres, como las profesoras Brodie y McGonagall, así como la cáustica Violet Crawley) y su circunspección a la hora de dar datos sobre su vida privada, se casó dos veces: primero con el actor Robert Stephens y después con el dramaturgo Beverley Cross.