Residente, conocido por su enfoque lírico combativo, sorprende con «Las letras ya no importan», un álbum en solitario que desafía las expectativas convencionales de la música. A lo largo de 23 pistas, el puertorriqueño se sumerge en una narrativa íntima y cruda, explorando su propia existencia y enfrentando la pérdida con una franqueza conmovedora.
El álbum comienza con la voz de Valentina Gasparini, una amiga del cantante, cuya muerte marca el tono introspectivo del proyecto. Temas como «313» abordan la pérdida a través de una emotiva melodía de piano y violín, rindiendo homenaje al talento de Gasparini.
Residente también colabora con una impresionante lista de estrellas, desde leyendas del hip-hop como Busta Rhymes y Big Daddy Kane hasta talentos latinos contemporáneos como Christian Nodal y WOS. Fusionando diferentes géneros con su sello personal latino, el puertorriqueño ofrece una experiencia auditiva única que desafía las fronteras del rap.
Aunque el álbum puede parecer fragmentado en ocasiones, cada canción destaca por sí sola, mostrando la experimentación sonora que ha definido la carrera de Residente. Desde el hip-hop ochentero hasta el regional mexicano y las baladas, «Las letras ya no importan» ofrece una variedad de estilos que reflejan la diversidad cultural de Latinoamérica.
Con temas como «Ron En El Piso» y «Desde la Servilleta», Residente critica la obsesión por el éxito comercial y la falta de autenticidad en la música actual. A través de letras mordaces y una producción detallada, el puertorriqueño desafía las normas establecidas y redefine el rap en su propio término.